Humildad vs Prepotencia


Como ya sabéis algunos, tengo relación con varias personas que se encargan de hacer selección de personal y hace unos días una amiga que se encarga de estos temas me contaba que la conversación con uno de estos candidatos se convirtió en algo muy divertido.

Mi amiga había seleccionado ocho perfiles de personas que investigaban en una determinada universidad en una línea de trabajo que interesaba a su cliente. Sin embargo, la primera persona entrevistada le resultó curiosa por su actitud desde el primer momento. La conversación según me la relató fue más o menos así:

- Buenas tardes. Te hemos llamado porque cumples con el perfil ya que tienes conocimientos de XXX y en la universidad hay pocos perfiles que tengan estos conocimientos.

- Soy el único.

- ¿Perdón?

- Que soy el único que sabe de XXX.

En aquel momento mi amiga seguro que arqueó las cejas y desvió inconscientemente la mirada hacia la carpeta donde guardaba los otros siete perfiles que había recuperado desde la Universidad.

Siguió la conversación con este candidato y hubo otra contestación que le resultó definitiva para eliminarlo:

- Tendremos en cuenta tu perfil y lo valoraremos. Te diremos algo en un sentido u otro en un par de semanas.

- Daos prisa porque tengo una oferta en Madrid del Banco XXX que me ofrece el doble que vosotros y me dan alojamiento... Pero vosotros me caéis bien y se que me necesitáis.

En aquel momento mi amiga se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Realmente estaba hablando con el peor candidato de todos. Era prepotente (además de posiblemente mentiroso) y aquello podría suponer un problema para el ecosistema de la empresa donde pensaban encajarlo. Fue eliminado automáticamente.

Si quieres valorarte por encima de los demás en una entrevista de trabajo en la que sabes que el resto de candidatos disponen de los mismos conocimientos y aptitudes lo único que puedes hacer es hablar de tus cualidades subjetivas: implicación, ilusión, creatividad, etc.

Nunca debes de decir que eres el único con esos conocimientos o aptitudes porque realmente no sabes qué otros candidatos hay en la carpeta de selección.

Y por supuesto, no digas que tienes otras opciones con mejores condiciones porque entonces lo que te van a preguntar es ¿porqué quieres elegirnos?

Mi amiga me hizo un comentario interesante: "Ninguna empresa quiere tener entre sus empleados a alguien que dice que podría estar en otra empresa ganando más dinero y haciendo un mejor trabajo. Quieres empleados capaces de desarrollar toda su capacidad en tu empresa, que la hagan crecer, que contagien su entusiasmo y ganas de trabajar. No quieres candidatos que te recuerden cada vez que haya un problema que podrían estar en otra empresa mejor.

La humildad es un valor que se está perdiendo pero que hay que cultivar.

La humildad no es menospreciarse, sino valorarse en la justa medida y dejar que los demás descubran nuestra verdadera potencialidad mediante el trabajo. No consiste en mal venderse, sino en venderse de forma que satisfacemos las necesidades del momento y asombraremos después con el trabajo ya que será incluso mejor que lo que ofrecimos en un primer momento.

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