El peor de los errores es no equivocarse nunca

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"La experiencia es simplemente el nombre
que le damos a nuestros errores."
Oscar Wilde

Como ayer escuchaba a un escritor en la televisión, "unas veces se acierta y otras veces se aprende". No tengas miedo a equivocarte. De hecho, los ciertos en la vida están plagados de fallos anteriores que nos llevan hacia el camino correcto. Si haces un repaso breve a tu pasado, verás que has fallado en todo muchas más veces de las que has acertado.

Tenemos un miedo atroz al fracaso, a equivocarnos y mucho más a que los demás sepan que nos hemos equivocado.

¿Encargarías la gestión de una empresa a alguien que nunca ha cometido fallos en su vida? ¿Qué ocurriría cuando se encontrase con algún contratiempo? ¿Sabría gestionar la frustración que causan los fallos?

Hace poco tuve la oportunidad de conocer a una persona a la que habían contratado en una empresa informática en un puesto directivo. Esta chica, que realmente era muy joven, no tenía un solo fallo en su historial académico. Cuando empezó a trabajar en su oficina y tuvo el primer problema, sufrió un bloqueo porque realmente no había tenido que gestionar nunca un fracaso. Empezó a esconder los problemas "debajo de la alfombra" e intentar que se solucionasen por si mismos, pero los problemas escondidos son como la entropía... si no les aplicas energía, aumentan. A veces hay que aceptar que podemos equivocarnos, aprender de ello y seguir adelante.

La gestión de lo imprevisto, el control de las crisis, la corrección de errores, son factores imprescindibles en un buen gestor que quiera vivir en el mundo real.

En los países europeos, y mucho más en los del sur, tenemos la tendencia de obviar nuestros fallos en los perfiles profesionales. Si hemos pasado un tiempo trabajando en una empresa y hemos fracasado en nuestro objetivo, solemos dejar ese espacio de tiempo vacío en nuestro currículum.

Sin embargo, en Estados Unidos, suelen mostrarse los fallos con orgullo, como una lección de gestión que hemos aprendido y de la que hemos sacado conclusiones.

No debemos olvidar el valor que tienen los fallos como componente de sabiduría y experiencia.

En una empresa que conozco incorporaron a una persona que venía como gerente de una empresa anterior que había terminado cerrando por todo tipo de problemas: relaciones familiares, gestión económica deficiente, etc.

Tuve la oportunidad de hablar con esta persona tomando un café y me dijo que en su actual empresa precisamente lo tenían como un gurú al que preguntar sobre algunas decisiones fundamentales en la evolución. Era un consultor interno al que gerencia solía recurrir para elaborar su plan de ruta a corto y largo plazo. Lo que no querían precisamente era que ocurriera lo que había ocurrido en la empresa anterior donde este señor trabajaba.

Gracias a este conocimiento de errores de gestión, por poner algunos ejemplos, han separado a las personas con vínculos familiares o sentimentales en departamentos diferentes y han reducido muchos gastos que realmente no eran necesarios y que no eran evidentes a primera vista. De esta forma consiguen que realmente se trate de una empresa donde el mérito se premie, y no la consanguinidad o las relaciones sentimentales, además de un ahorro económico fundamental, y proyectar una imagen de mayor austeridad en sus colaboradores internos y externos. Todas las semanas, el gerente se reúne con esta parte fundamental de la empresa, que es una fuente de sabiduría sobre lo que NO se debe hacer.

No olvides que tus millones de errores del pasado forman lo que hoy eres. Tu futuro está lleno de errores, así que no intentes evitarlos... de hecho, son la prueba de que lo intentas hacer bien.

Cada error que cometes, es uno menos en tu camino hacia el éxito.

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