Las contraseñas son como la ropa interior

27/365 - Postmodern Sleeping Beauty
Foto por Helga Weber (Creative Commons)
Hace algún tiempo un amigo conocedor de temas de seguridad informática me dijo que lo único que separaba mis pertenencias de los ladrones era la puerta de mi casa, y que la contraseña de mis cuentas es esa puerta. Cuando más fina sea esa puerta y más débil sea la madera, más fácil será para los ladrones robar mis cosas.

En una época como la actual donde el crimen digital está a la orden del día, tenemos que tener especial precaución en tener una buena puerta brindada, una cerradura adecuada y una alarma que nos avise cuando alguien haya penetrado en nuestro hogar.

Personalmente utilizo una clave generada aleatoriamente por una aplicación que te permite cambiarlas fácilmente y con frecuencia, y genera claves que incluyan números, letras y signos de puntuación, para hacerlas más fuertes y difíciles de adivinar.

Por otra parte, tanto Google como Twitter y muchas más web te permiten generar lo que se llama un sistema de verificación en dos pasos. Cuando intentas entrar en un nuevo ordenador o dispositivo móvil desde el que nunca habías accedido, te solicita una segunda clave. Esta segunda clave en el caso de Google puedes generarla desde tu teléfono móvil, o bien llevar en la cartera una pequeña lista con unas cuantas claves que irán caducando conforme las uses. En el caso de Twitter puedes hacerlo de dos formas: autorizar desde la aplicación de Twitter de tu móvil o enviando un mensaje de texto a tu teléfono móvil.

Imagina que alguien te ve teclear tu clave en un lugar público (una biblioteca por ejemplo). En este caso, aunque intentase entrar con tu clave correcta, no podría seguir adelante porque sería necesaria la segunda clave.

Por otra parte, aplicaciones como Google te permiten establecer alertas de comportamiento sospechoso. Por ejemplo, si alguien inicia sesión en tu cuenta Google desde otro dispositivo lejano, una alerta te llegará por email indicándote que revises lo que ocurre y compruebes si es correcto o no... en caso de que se trate de un comportamiento inseguro, te permite cerrar la sesión de forma remota y/o cambiar tus claves.

Sobre todo no olvides que las contraseñas son como la ropa interior:
  1. No las enseñes a los extraños.
  2. Hay que cambiarlas regularmente.
  3. No se las prestes a nadie, ni a tus amigos.
Aquí algunos enlaces interesantes sobre este tema de la seguridad de nuestras cuentas:

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