Consigue el "Sí, quiero"

The Rings
Foto por Steven Ritzer (Creative Commons)

En un artículo anterior hablaba sobre las vacaciones y la respuesta que una cliente me llevó al asunto de hasta qué punto iba a estar vinculada a la empresa durante el período de vacaciones. Su respuesta fue algo así como “Por mi como si se hunde la empresa.

Lo primero que llama la atención de esta respuesta es el artículo que acompaña a “empresa”. “La” empresa da idea de un elemento ajeno a la persona, ya sea porque ella misma ha decidido que la empresa no es parte constituyente de su persona o bien porque la empresa le ha hecho sentir que no es parte de ésta.

Si hubiera puesto el artículo posesivo “mi”, la percepción que tenemos es diferente, porque el empleado se siente parte de la empresa y la empresa es parte de él/ella.

Este es el problema de muchos empleados: que no han sido cautivados por la empresa hasta el punto de sentirse parte de ella, ni ellos han sido capaces de alcanzar un grado de compromiso con la empresa hasta el punto de sentir que la empresa es parte de ellos.

Hablo de sentimientos porque es lo que se trata en el fondo, de llegar al elemento humano, de tocar sus corazones y sus mentes y demostrarles que la empresa tiene unos valores que son acordes con los suyos. Se trata de hacerles ver mediante hechos, y no sólo mediante palabras que somos parte de lo que ellos quieren que ser.

En ocasiones hay personas que no se encuentran en el puesto adecuado, tal vez porque no les gusta el contacto con el público, tal vez porque se sienten frustrados en el puesto en el que están, que no les permite desarrollarse en toda su amplitud. De hecho, algunas de las principales causas de empleo es el no sentirse valorado o necesitar desarrollar su potencial en toda su amplitud.

Si a la persona le gusta realmente lo que hace será el mejor, y esto repercutirá en su percepción del valor que supone para la empresa.

Se trata de conseguir el “Sí, quiero” por parte del colaborador, que quiere decir que se siente identificado con la causa de la empresa y que confía en nosotros. Al fin y al cabo, hay empleos que duran más que muchos matrimonios. Cásate con tus colaboradores y sobre todo, consigue que lo hagan convencidos.

El más mediocre, si trabaja en lo que le gusta acaba siendo el mejor… y estoy seguro de que tus colaboradores no son mediocres.

Lectura recomendada: Marketing interno: Cómo lograr el compromiso de los empleados

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